Teresa de Jesús Gómez Mancebo.
El viaje:
¡Qué de veces soñé despierta en tener una varita mágica para poder dar a todo media vuelta!. Yo – ¡me quiero bajar! el mundo no va bien: prisas, estrés, consumismo, individualismo, egoísmo etc. etc. etc. Si paras, te quedas; por lo tanto, hay que seguir el status diseñado (marionetas, sí) ¡Ah! Ni qué decir del cambio climático y toda la contaminación. Ni qué hablar de políticos sin escrúpulo alguno; corruptos, forrándose los bolsillos, sin velar por nuestro bienestar común. ¡Ya he comprobado qué no se debe tentar al diablo! Porque la varita no funcionó, se desbocó. Todo pasó así, de repente… Ciertamente han sido las últimas vacaciones, y bien recientes. Un viaje y post viaje; así cómo él que no quiere la cosa, de momento a día de hoy, 61 días ya, que se quedarán grabados en el subconsciente para toda la eternidad. Se oía hablar de virus: covid 19, pero con nosotros no iba la historia. Ya contando los días; uno menos y, otro… preparando maletas para regresar a la península. Todo da un giro, la media vuelta de hoja. El otro abuelo italiano venía, pero le tocó estar confinado al estar en contacto con un familiar que dió positivo de dicho virus, y no le permiten volar desde Italia, a las islas ¡Claro está!. Todo se trastoca, tú le suples, te quedas; yo, el día 9 a volar, hay qué trabajar. En tan solo 2 ó 3 días aquí, en nuestro país, el virus comienza acechar: lo primero el distanciamiento; ni besos, ni abrazos, aunque sea tú familiar. Medidas y más. Comienza a pintar mal, hasta el punto de confinarnos en casa. Todos los establecimientos chapados, excepto los de primera necesidad.Hasta el aeropuerto cerrado. -No puedes regresar, los pájaros dejaron de volar. Medidas tardías ¡Menos mal a la solidaridad! aunque eso sí muy controladas, cómo si de una guerra se tratara; porque quiero creer qué no es bacteriológica -¿Verdad? El miedo está ahí. “Se quedó anulada nuestra libertad” Todo se va torciendo; allí en la isla, aquí… Los que han corrido mejor suerte, entre comillas, con teletrabajo en casa; otros, con eres y ertes ¿y los autónomos? ¿de qué van a vivir? ¿Y los niños? Cuándo sean mayores, de ésto ¿qué van a decir? otros… trabajar y trabajar, dando todo, al pié del cañón hasta extenuar; pero la peor parte (los mas vulnerables) que lucharon mil batallas hasta llegar aquí, ahora, son carne de cañón; luchan contra el, se debaten entre la vida y la muerte. Este virus dañino sin compasión, mata; ya se ha cebado con demasía ¡Ya está bien! Nos ha cambiado los papeles ¡Qué horror!
Tú allí, y yo aquí…en Burgohondo, nuestro pueblo, nuestra raíz. Por supuesto qué ésto no se podrá recuperar. Hemos resistido y subsistido. Queda prohibido no haber aprendido. Sigo soñando despierta, al igual que las golondrinas, cada día pienso el océano -¿cuándo se podrá migrar? Cómo si de un ciclo de la vida se tratara. El corazón comienza a despertar. Volverán las golondrinas anidar la galería; las golondrinas quitan todas las espinas. Nos invitarán a bailar y cantar, con sus alas y trinar.
Ya huele a primavera: el sol, el calor, el color del vergel. La primavera es un primor. Nos invita a trotar por montes, caminos y veredas Ésta dará paso al verano; el verano es la época mas ansiada de todo el año. Hay qué descansar y disfrutar las merecidas vacaciones. Seguiremos descubriendo nuevos rincones. Fluyendo hacia dónde la vida nos lleve. Disfrutando con libertad. Agradeciendo al cielo lo que nos ofrece. La soledad me ha hecho pensar y meditar; pensar en todo lo bueno, lo bueno hecho y por hacer. A ser feliz con lo que tengo. Ansío estar contigo, con mi familia… amigos… conocidos y un gran etc. De volver a sonreír, y llenarnos de besos, abrazos , con dosis de dulzura.
-¿Qué es la vida? la vida, al fin y al cabo, es resistencia. Vivir soñando, soñar despiertos y soñar lo que vivimos; todo con sentido común, lo qué nos dicte nuestro corazón. Así siempre podrá el bien, con el mal. Porque la vida es el mejor regalo, lo más bello; ¡el gran “VIAJE» qué no debemos desperdiciar!.